Existe ambigüedad a la hora de definir los niveles de los desarrolladores de software. Hay factores específicos que afectan a la clasificación de los desarrolladores de software, pero no siempre son obvios. Diferenciar entre los niveles de desarrollador de software puede resultar difícil porque no existe una lista fija de requisitos para cada puesto.
Además, muchas empresas establecen sus propias categorías para clasificar a sus desarrolladores. Aunque las distinciones varían de una empresa a otra, hay características generales que distinguen entre desarrolladores de software junior, intermedios y senior.
La forma más obvia de diferenciar entre desarrolladores es su nivel de experiencia. Si el desarrollador acaba de terminar sus estudios y lleva menos de dos años en el sector, es un principiante. Más allá de eso, es más complicado determinar la experiencia de un desarrollador. El tiempo no siempre indica experiencia. Si quieres contratar a alguien que se autodenomina desarrollador senior, debes asegurarte de que sus conocimientos justifican su título.
Tenga en cuenta también que algunas empresas definen a sus desarrolladores en función del tiempo que llevan en la empresa, no necesariamente por su nivel de cualificación.
La actitud es un gran indicador de la experiencia y madurez de los desarrolladores de software. Los que son capaces de hacerse cargo de nuevos proyectos y dirigir a otros desarrolladores deben considerarse de nivel intermedio a superior. La capacidad de ejercer de líder es muy valiosa en el mundo del desarrollo de software.
Un desarrollador de nivel intermedio o superior también será capaz de reconocer cuándo un proyecto carece de dirección. No dudarán en tomar las riendas y guiar a otros empleados en la dirección correcta. Los desarrolladores con menos experiencia se resistirán al liderazgo porque no tendrán tanta confianza en sus capacidades.
La independencia es algo que viene de la mano de la experiencia. Cuando lleves suficiente tiempo trabajando como desarrollador, serás capaz de trabajar sin mucha orientación. Los desarrolladores principiantes requieren una atención y una retroalimentación constantes por parte de sus superiores. Los desarrolladores más noveles tampoco podrán resolver problemas con la misma habilidad que un desarrollador intermedio o senior. No tendrán tantas referencias y a menudo tendrán que pedir una segunda opinión sobre su trabajo.
Todas estas características van acompañadas de una mayor responsabilidad. Los desarrolladores de alto nivel tendrán más trabajo y trabajarán en proyectos más difíciles. Pero los desarrolladores de nivel experto son capaces de manejar el trabajo de una manera eficiente, mientras que los desarrolladores de nivel inferior tendrán dificultades para mantener el ritmo.
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