Los equipos distribuidos son habituales en muchos sectores desde hace años. Con las recientes incertidumbres a las que se enfrentan las empresas ante el brote de coronavirus, el trabajo a distancia se ha convertido en una adaptación necesaria para un número aún mayor de organizaciones.

A medida que muchos equipos se adaptan a un modelo distribuido a corto plazo, resulta útil considerar algunas de las ventajas y desventajas que conlleva. Afortunadamente, hay mucho que aprender de los equipos que realizan trabajo distribuido. Esto es lo que hay que saber sobre los equipos distribuidos.  

¿Qué es un equipo distribuido?

Un equipo distribuido es un equipo que trabaja conjuntamente a distancia. A diferencia de los modelos de oficina tradicionales, no comparten espacio físico de oficina. Los miembros de un equipo distribuido pueden estar en cualquier lugar: en la misma ciudad o en cualquier parte del mundo. 

Desafíos

Uno de los mayores retos de los equipos distribuidos es cultivo de relaciones. Sin una interacción física periódica y espontánea, como en una oficina, puede resultar difícil desarrollar y mantener la compenetración como equipo. Esto puede repercutir negativamente en las preguntas aclaratorias, los comentarios y el intercambio de información en general. Una forma de mitigarlo es programar controles periódicos a través de un canal de comunicación. Una reunión diaria o semanal puede ayudar mucho a frenar retrasos innecesarios en la comunicación o malentendidos.  

Otro reto para los equipos distribuidos está relacionado con los límites. Cuando se trabaja a distancia, no hay una sensación compartida de espacio físico y tiempo. Por lo tanto, puede ser difícil responder a las expectativas de cuándo se debe trabajar, dónde se está trabajando y otras cuestiones similares. Puede ser especialmente difícil establecer límites entre la vida familiar y la vida laboral para los equipos, sobre todo si trabajan en casa. Además, si los miembros del equipo trabajan en distintas zonas horarias, el solapamiento del trabajo puede variar drásticamente. 

Es importante que todos discutamos límites temporales para el trabajo y la comunicación. El grado relativo de flexibilidad o rigidez necesario para los distintos equipos y miembros del equipo debe definirse explícitamente desde el principio. Cuando todo el mundo tiene claro cuál es su papel, puede adaptarse mejor a los retos que vayan surgiendo. 

Beneficios

A pesar de las dificultades, los equipos distribuidos presentan algunas ventajas notables. Por un lado, si el equipo está distribuido por zonas horarias, trabajo ininterrumpido puede ser razonable. Si se planifica adecuadamente, esto puede ayudar a conseguir unos plazos de trabajo extremadamente eficientes. 

El trabajo a distancia también permite una gran flexibilidad a los equipos. Los miembros del equipo pueden trabajar fácilmente a horas que normalmente no lo harían en la oficina. Esto puede dar lugar tanto a una alta productividad como a la capacidad de afrontar retos sobre la marcha. Con el equilibrio adecuado de superposición de equipos y flexibilidad individual, un equipo puede prosperar realmente cuando está distribuido. 

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